Entrevista
a Daniel Dolinsky
RABINO
DE LA COMUNIDAD JUDÍA DE LA CIUDAD DE ROSARIO
A
las 9:00hs de un día frío del mes de junio, muy amablemente el Rabino Daniel Dolinsky se acerca, con mucho cariño
y respeto para ser entrevistado por nosotros, los jóvenes periodistas.
¿Cuál
es la función de un Rabino?
Bueno,
la función de un Rabino es ser el guía espiritual para una comunidad. Tratar de
llevarlos dentro de los caminos de la vida judía, ayudar a las personas
que puedan necesitar, compartir los distintos momentos de la vida. También ser
un maestro, porque Rab ,Rabino significa maestro, osea que no solo es un líder,
si no que enseña, entonces también gran parte del tiempo uno se dedica a su
vida, a enseñar, a trasmitir, a ser moré.
¿Hace
cuánto presenta esta función en la comunidad?
Hace
5 años y medio soy el Rabino de la Comunidad de Rosario.
¿Qué
se siente ser el Rabino de una Comunidad tan grande?
Primero
mucha responsabilidad, porque uno tiene que tratar siempre de dar lo mejor, está el concepto de equivocarse, por eso hay que estar atento.
Estudiar, seguir aprendiendo, seguir compartiendo, uno siempre tiene una
gran responsabilidad. Como les decía al principio, obviamente es un placer.
¿Cuáles
son los caminos que hay que recorrer para llegar a ser Rabino?
Voy a contar, nuestro movimiento Masoratí, un movimiento en el que uno está involucrado, e identificado. Nosotros tenemos que tener nuestra educación
judía: Jardín, Primaria, Secundaria. Como tenemos aquí en la escuela Bialik,
como ustedes están recorriendo. Luego de la escuela secundaria tenemos nuestros
estudios terciarios judaicos. Nosotros tenemos que ser primero morim, poder
estar a la altura de construir un judaísmo significativo y relevante, no solo
desde lo ideológico vivencial si no también a lo educativo. Poder construir un
pensamiento judío. Después comenzamos lo que se llama Superiores Rabínicos esa
es la parte media específica abocada a lo rabínico que sería estudios de cuarto grado, osea superiores a estudios terciarios. A la vez en el movimiento Masoratí
se nos plantea que tenemos que estudiar en una universidad una carrera, obtener un título, entonces podemos interactuar porque hay un solo mundo. Hasta hoy yo recibí mi ordenación rabínica a los 33 años después de
haber invertido. Desde que terminé mi educación secundaria a los 17 años, más
los años de los estudios terciarios y los estudios superiores rabínicos y
el movimiento Masoratí viajamos un año a Israel. Todo lo que damos en ese año
tiene que ver con la Ashmajá, el conocimiento para la función rabínica, en
materias especiales que obviamente es una alegría, a uno le gusta mucho
porque es su religión, así que esto es bueno.
¿Tiene
alguna anécdota de sus primeros días para contarnos?
Y
anécdotas hay un montón siempre, digamos, uno tiene anécdotas muy lindas como
para conocer a la gente. Hay historias que uno se cruza con algunas personas,
la primera vez no lo conoce, hasta que alguno te dice: ¡Ay! Sos el Rabino.Si soy
el Rabino, te miran diferente. El Rabino es un ser humano, un judío, como
todos los judíos, y justamente el desafió está en compartir lo comunitario.
¿Se sentía cómodo?
Si, siempre. Ser Rabino es algo que uno elige ser, de verdad de corazón, que le pone al cuerpo, el alma.Es algo que desde el principio hay desafíos muy grandes de mucho tiempo invertido en estudiar y aprender, pero es algo que uno disfruta mucho desde el primer día al poder hacerlo , digamos compartir con otros y desarrollar la tarea.
¿Se sentía cómodo?
Si, siempre. Ser Rabino es algo que uno elige ser, de verdad de corazón, que le pone al cuerpo, el alma.Es algo que desde el principio hay desafíos muy grandes de mucho tiempo invertido en estudiar y aprender, pero es algo que uno disfruta mucho desde el primer día al poder hacerlo , digamos compartir con otros y desarrollar la tarea.
¿Qué
es lo que más le gusta de su trabajo?
Diría
que me gusta todo, osea, yo disfruto mucho de esta elección de vida
que tengo, pero me gusta especialmente cuando uno puede compartir con el otro,
le genera al otro un cambio en la vida, y lo ayuda y le permite disfrutar algún
momento de su vida, como puede ser un Bat/Bar Mitzva, un casamiento, un brit
milá y poder acompañar a una familia cuando pierde un ser querido.
La verdad que gustar, me gusta todo. También cuando uno puede enseñar, porque yo
a pesar de ser Rabino, muchos piensan que se las sabe todas, de ninguna manera,
yo sigo aprendiendo hasta el último momento de mi vida, es un desafió, un cambio
compartido, magia de ser aprendido no en Rosario, ni en Bs.As sino en
Ierushalaim y eso está muy bueno.
¿Por
qué cree que hay gente que critica la cultura al ni siquiera conocerla?
Porque
a veces está en la naturaleza humana preocuparse más por lo que hace otro o lo que
hago yo. Entonces de repente eso también ha pasado a veces la
propia tradición judía el hecho de criticar, conocer, diría que es un
defecto humano. Ojalá en algún momento podamos corregir. Porque cuando
matamos la ignorancia y nos conocemos nos empezamos a dar cuenta que son más
las cosas que nos unen que las que nos separa con cualquier grupo humano
digamos, creo que es un desafió para ustedes, para los jóvenes hoy en día
tratar de tener un mundo sin sospechas, sin envidia, sin mirar el plato del
otro, para sentir que tengo yo en el plato. Y lo más
importante para construir un mundo mejor es matar la ignorancia con las
posibilidades de conocer al otro, de qué le pasa, lo que el otro piensa y lo que
siente. El otro, es otro.Hay un prójimo.
¿Usted
piensa que para defenderse hay que matar la ignorancia?
Matar
la ignorancia no es matar al ignorante porque justamente esa el la diferencia
radical del mundo. Muchos dicen que hay que matarlo o hay que destruirlo con la
palabra, vieron que está matar con armas y algunos matan con la lengua. Hablar mal
del otro y matarlo, digerirlo. Yo lo que creo que matar la ignorancia no puedo
vincularme con el otro, tengo que poder tener la oportunidad que conocer al
otro tal cual es.
¿ Tiene alguna información adicional para contarnos?
Si,
primero felicitarlos por esta iniciativa al tener un espacio digital en el cual
volcar al pensamiento tanto de las cosas el de la gente. Creo que ustedes
tienen una oportunidad enorme de hacer un mundo mejor y creo que este tipo de
entrevistas, a ustedes les puede servir para darse cuenta de que los
que cambian al mundo no son superhéroes como cuando eran chiquitos y miraban
los dibujitos animados, sino las personas cambian el mundo, son personas como
la corriente que tomamos la decisión que el mundo en le que vivimos sea un poquito mejor, ojalá una personas comunes y corrientes y todos los lectores de
este diario digital y de nuestra comunidad todos podemos ser personas comunes
que elijan cambiar al mundo.
-Fue
un gusto haberle hecho la entrevista a usted.
Iara Kovalsky-Matías Schocrón
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