Una
segunda oportunidad
En
un aula bastante grande, Rómulo estaba
sentado en el último banco. Había llegado su hora de pasar al frente y dar la
lección. Esto era una buena oportunidad para sacar una buena nota, y así,
aprobar la materia. De repente, escuchó:
-Rómulo… pase al frente.
-¡No puedo!- (el respondió)
- ¡Está aplazado!
Estalló
en llanto. La profesora se acercó y le preguntó:
- ¿Te
pasa algo?
Rómulo, con sus ojos tristes contestó:
-Es que perdí mi celular, y me retaron
mucho en mi casa… Cuando me senté a estudiar, en lo único que pensé, cómo iba a
recuperarlo, o dónde estará.
La
maestra entendió lo que pasó, y le dijo: ¡Necesitás una segunda oportunidad!
Rómulo, estudió tranquilo, y
aprobó.
Noé Dolber
No hay comentarios:
Publicar un comentario